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Nota de prensa

La Primera Presidencia comparte mensajes de la sesión de líderes de la conferencia general

Un mensaje de la Primera Presidencia

En este momento maravilloso de la conferencia general, es nuestro privilegio reunir al más alto liderazgo de la Iglesia de todo el mundo para proporcionar instrucción y unificar nuestros esfuerzos para acercar a los hijos de Dios al evangelio de Jesucristo. Esta mañana, en una sesión de liderazgo, la Primera Presidencia proporcionó instrucción sobre varios temas importantes. Nos complace compartir con nuestros miembros y amigos algunos mensajes muy positivos de esta reunión.

El presidente Russell M. Nelson reflexionó que durante el año pasado, el Señor nos ha bendecido con “revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento ... aquello que trae gozo, aquello que trae la vida eterna ". (DYC 42:61) Todos somos testigos oculares de las revelaciones del Señor mientras dirige los asuntos de Su Iglesia. El presidente Nelson enseñó acerca de ministrar y arrepentirse, compartiendo que al abrazar el don del arrepentimiento nos levantaremos y ministraremos de una manera más sagrada, y convertiremos nuestros hogares en centros de aprendizaje del Evangelio. Israel será reunido en ambos lados del velo, y nosotros ayudaremos a preparar el mundo para la Segunda Venida de Jesucristo.

El presidente Dallin H. Oaks instruyó que el evangelio de Jesucristo nos enseña a amar a tratar a toda persona con amabilidad y cortesía, aun cuando no estemos de acuerdo. Dios ha prometido todas Sus bendiciones a aquellos que se esfuerzan por guardar Sus mandamientos, y nosotros tenemos el deber de estar “dispuestos a llevar las cargas los unos de los otros para que sean ligeras" (Mosiah 18:8). Aunque no podemos cambiar la doctrina del Señor, queremos que nuestros miembros y nuestras políticas consideren a aquellos que luchan con los desafíos de la mortalidad. En sus comentarios, el presidente Oaks compartió información sobre los cambios en las políticas recientes de la Iglesia relacionadas con miembros lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros. (Se incluye más información de este anuncio más abajo.)

El presidente Henry B. Eyring acerca de la revelación continua en la Iglesia verdadera y viviente, enseñando que el Señor ha dirigido por revelación a través de los profetas desde la época de Adán y Eva hasta el día de hoy, y estas revelaciones a Sus siervos continuarán hasta que Él regrese de nuevo. Una razón es que necesitamos la dirección del Señor para enfrentar las circunstancias cambiantes, y Él ha guiado estos cambios en la práctica y política a lo largo de la historia de la Iglesia.

Rogamos que estas enseñanzas sean recibidas con el mismo espíritu que las recibimos del Señor y que la hemos compartido con nuestros líderes, como una instrucción positiva e inspiradora que bendecirá muchas vidas. Con gratitud reconocemos la guía continua de Dios y Su amor por todos Sus hijos e invitamos a nuestros miembros a renovar su compromiso de seguir las enseñanzas del Salvador Jesucristo de amar a Dios y de amarnos los unos a los otros.(Véase Mateo 22:37-39)

Atentamente,

La Primera Presidencia

Detalles compartidos por el presidente Oaks

Bajo la dirección de la Primera Presidencia, el presidente Oaks compartió que, de manera inmediata, los hijos de los padres que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transgéneros pueden ser bautizados sin la aprobación de la Primera Presidencia, si los padres que tienen la custodia dan permiso para el bautismo y comprenden la doctrina que se enseñará a un niño bautizado, así como los convenios que se espera que él o ella haga.

Un padre o padres que no sean miembros (incluidos los padres LGBT) pueden solicitar que su bebé sea bendecido por un poseedor digno del Sacerdocio de Melquisedec. Estos padres deben comprender que los miembros de la congregación los contactarán periódicamente y que cuando el niño que ha sido bendecido cumpla la edad de ocho años, un miembro de la Iglesia los contactará y les propondrá que el niño sea bautizado.

Anteriormente, nuestro Manual de Instrucciones caracterizaba el matrimonio entre miembros del mismo sexo como apostasía. Si bien aún consideramos que este matrimonio es una transgresión grave, no será tratado como una apostasía para los propósitos de la disciplina de la Iglesia. En cambio, la conducta inmoral en las relaciones heterosexuales u homosexuales será tratada de la misma manera.

Las mismas políticas muy positivas anunciadas esta mañana deberán ayudar a las familias afectadas. Además, los esfuerzos de nuestros miembros para mostrar más comprensión, compasión y amor deben aumentar el respeto y la comprensión entre todas las personas de buena voluntad. Queremos reducir el odio y la contención tan comunes hoy en día. Somos optimistas de que la mayoría de las personas, independientemente de sus creencias y orientaciones, anhelan una mejor comprensión y comunicaciones menos polémicas. Ese es seguramente nuestro deseo y buscamos la ayuda de nuestros miembros y a otros para lograrlo.

Estas nuevas políticas se están enviando a los líderes del sacerdocio en todo el mundo y se incluirán en las actualizaciones en línea de nuestro Manual de Instrucciones de la Iglesia para líderes. Estos cambios no representan un cambio en la doctrina de la Iglesia relacionada con el matrimonio o los mandamientos de Dios con respecto a la castidad y la moralidad. La doctrina del plan de salvación y la importancia de la castidad no cambiarán. Estos cambios de política se vienen después de un extendido período de consejo con nuestros hermanos del Cuórum de los Doce Apóstoles y después de oración ferviente y unida para comprender la voluntad del Señor en estos asuntos.

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